Creando un Legado: Inversiones Generacionales

Creando un Legado: Inversiones Generacionales

En las próximas décadas asistiremos al mayor traspaso de riqueza de la historia, un fenómeno sin precedentes que afectará a familias, mercados financieros y economías enteras.

Este artículo ofrece un enfoque integral para entender, planificar y ejecutar estrategias que permitan no solo preservar el patrimonio, sino multiplicarlo y transmitirlo con éxito a las generaciones futuras.

El Gran Traspaso de Riqueza Global

Distintos estudios coinciden en que entre 2025 y 2050 se transferirán más de US$83 billones según el UBS Global Wealth Report 2025, y hasta US$124 billones de acuerdo con Cerulli Associates.

Estas cifras revelan un cambio masivo de recursos:

  • Aproximadamente US$74 billones a herederos y US$9 billones entre cónyuges.
  • Casi US$29 billones solo en Estados Unidos, concentrando el 35% del total.
  • El 81% del monto procederá de baby boomers y generaciones anteriores.

El impacto se extiende más allá de los individuos: los family offices gestionarán gran parte de estos activos, y las instituciones financieras adaptan sus servicios para atender a los nuevos propietarios.

El Foro Económico Mundial advierte que esta transferencia influirá en el coste del capital, las preferencias de inversión y las oportunidades de crecimiento económico global.

Comprendiendo la Riqueza Generacional

El concepto de patrimonio o riqueza generacional abarca no solo activos financieros, sino también intangibles que fortalecen la capacidad de gestión de los herederos.

  • Bienes inmuebles y objetos de valor.
  • Acciones, bonos y fondos de inversión.
  • Participaciones en negocios familiares.
  • Educación financiera y valores que refuerzan el capital humano.

El verdadero objetivo es que cada generación aumente el patrimonio recibido y desarrolle las habilidades necesarias para administrarlo con responsabilidad.

Herramientas y Vehículos de Inversión

Invertir de manera inteligente es la piedra angular para construir un legado duradero. El mercado de valores, los productos de renta fija y las alternativas como bienes raíces o infraestructuras se complementan para diversificar riesgos.

Un vehículo especialmente diseñado son los fondos de pensiones generacionales, cuyo modelo de capitalización individual busca generar un ingreso estable y predecible al jubilarse.

Estos fondos facilitan al inversor la gestión de riesgos de mercado y longevidad sin necesidad de decisiones activas constantes.

Estrategias Prácticas para Construir un Legado

La riqueza generacional se cimenta en cuatro pilares: financieros, fiscales, educativos y de gobernanza familiar.

  • Planeación financiera diversificada: combinación de acciones, bonos y alternativos según horizonte temporal.
  • Estructuras fiscales eficientes: uso de fideicomisos, seguros de vida y sociedades holding.
  • Programas de educación continua: talleres y mentorías para herederos.
  • Gobernanza clara: protocolos familiares y consejos de administración.

En el aspecto financiero, es clave establecer una política de inversión intergeneracional que contemple periodos de liquidez, crecimiento y protección contra la volatilidad.

Fiscalmente, los trust y fundaciones permiten proteger activos frente a riesgos legales y optimizar cargas impositivas, asegurando que el capital llegue íntegro a sus destinatarios.

La educación financiera se debe impartir desde temprana edad. Un programa progresivo que abarque fundamentos, análisis de riesgos y ética corporativa forja herederos con conciencia y capacidad de decisión.

La gobernanza familiar reduce conflictos y define reglas de sucesión, roles y protocolos de comunicación. Un consejo familiar con representación intergeneracional fortalece el sentido de pertenencia y compromiso.

Conclusión

El gran traspaso de riqueza ofrece una oportunidad histórica para estructurar un legado sólido, que combine activos tangibles con valores e inteligencia financiera.

La clave radica en planificar con visión de futuro, aprovechar herramientas de inversión adecuadas y fomentar una cultura de responsabilidad entre los herederos.

Al adoptar estas prácticas, no solo garantizamos la preservación del patrimonio, sino que generamos un impacto positivo y duradero en las vidas de nuestras familias y comunidades.

Referencias

Felipe Moraes

Sobre el Autor: Felipe Moraes

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